Sabemos que
existen medios de trasporte alternativos al servicio público. Son los vehículos de tracción humana, es
decir, los que utilizan la fuerza o energía del hombre. Un ejemplo de ello es el uso de patines.
Este
artículo, se centra sobre la figura del
usuario de patines, pero relacionando con ciclistas y resto de viandantes
porque además de compartir el mismo espacio también tienen que cumplir unas
normas de tráfico. De ahí, que las
señales y normas viales tenemos que cumplirlas entre todos si queremos hacer una circulación más
segura y fluida.
En las
calles es posible la convivencia entre la circulación de patinadores, ciclistas
y resto de usuarios de la vía pública. No obstante, en las zonas o calles peatonales y cuando la intensidad de estos
sea relevante o densa, los usuarios de
bicicletas y de patines deberán comportarse como peatones. La gestión de
la movilidad urbana implica igualdad
para todos los usuarios.
Los
patinadores como peatones deberán circular por la acera y a paso de persona.
Sabiendo esto, el hecho de comportarnos
como peatones debemos seguir la normativa de los mismos. Los patinadores
no podrán circular por la calzada, salvo que se trate de zonas, vías o partes
de las mismas que les estén especialmente destinadas y sólo podrán circular a
paso de persona por las aceras o por las calles debidamente
señalizadas, sin que en ningún caso se permita que sean arrastrados por otros
vehículos.
Ante una
situación de polémica con la policía, sabiendo que no existe una clara
legislación sobre los patines y que resta a la interpretación que desee hacer
el agente, recomiendo utilizar toda la empatía y dotes de convicción para salir
liberado del suceso.
El uso de patines como medio de desplazamiento urbano es un medio saludable, eficiente y
limpio. Además, no consume energía y, en consecuencia, tampoco produce
emisiones contaminantes. Es un medio de transporte económico, asequible y fácil
de utilizar. Haz tu
ciudad más sostenible, compatibiliza tu espacio de manera segura y respeta a
los demás.